Kate McGuire tiene que reinventarse. Tras el cierre del restaurante donde trabajaba como pastelera, la cancelación de su boda con un rico heredero y la pérdida de su apartamento, Kate deja Nueva York y se instala en Coral Cay, el pueblo de Florida donde iba a ir de luna de miel. Pronto encuentra trabajo como dependienta en la panaderia The Cookie House, cuyo propietario, Sam Hepplewhite, no levanta cabeza desde que enviudo. Mientras busca piso, Kate se aloja en el almacen de la panaderia, pero comienzan los problemas. Kate, su nueva amiga Maxi y el perro Oliver se dispondran a descubrir que se cuece en Coral Cay.