Fernando M. González

En Secretos fracturados, Fernando M. González presenta una investigación profunda de la socialización política católica, es decir, las sociedades secretas en México.En este libro, González analiza la creacion de las sociedades secretas en Mexico. En concreto, hace una exposicion de las acciones y organizaciones inspiradas por algunos miembros de la Compañia de Jesus entre las decadas de los treinta y sesenta del siglo XX.Con base en documentacion original de la epoca, el investigador estudia el comportamiento de los jesuitas antes del conflicto armado de la Cristiada y que influencia tuvo en el y en el surgimiento de la Asociacion Fraternaria de Estudiantes de Jalisco y sus vertientes, como el Yunque. Asimismo, M. Gonzalez analiza estas sociedades en el contexto universitarioy eclesiastico de Jalisco y sus ramificaciones nacionales.

En este texto se explora una noción que no existe propiamente en el universo psicoanalítico: la de lo efectivamente ocurrido. Son precisamente las nociones de fantasma y fantasía las que obturan la posibilidad de conceptualizar y analizar el peso de lo oc

Desde sus inciertos orígenes en las catacumbas, la Iglesia católica ha vivido una parte de su historia en la penumbra. Adicta a la oscuridad y al secreto, ha sido blanco de numerosas acusaciones: corrupción política, negocios ilegales, abusos sexuales. Estos y otros elementos se combinan, casi a la manera de una novela gótica, en la historia de una pequeña y poderosa congregación mexicana: la mesiánica y conservadora Legión de Cristo. Nacida en 1941, esta agrupación católica ha corrido con la dispareja suerte de su fundador, Marcial Maciel, favorito del Vaticano, santo intachable para algunos y maniático sexual para otros. Tendido entre la historia, la sociología y el psicoanálisis, este libro es lo que debe ser: un estudio tan fluido como detallado, una rigurosa investigación documental sostenida en archivos hasta ahora inéditos. Es, además, un relato a varias voces en el que las víctimas encaran por fin, con justicia, a sus verdugos. Es todo eso y es, también, un fascinante retrato doble: el de un carismático líder religioso, desgarrado entre la morfina y sus demonios sexuales, y el de una Iglesia sombría y hermética que aún hoy se resiste a echar luz sobre el caso.