"Siempre es tiempo de evangelización.
Siempre es el tiempo del primer anuncio.
Dios nos da el don de la fe de una vez para siempre, pero nosotros tenemos que renovarla cada mañana. Consciente de mi
Este libro es el cumplimiento de una doble deuda. En primer lugar, hacia algunas personas que me han pedido que escriba sobre María; pero también y sobre todo hacia ella, cuya intervención he sentido varias veces de modo decisivo en mi vida.Maria no es un sueño ni una creacion vaporosa de nuestros deseos y nostalgias, sino una mujer concreta, sencilla y normal en la singularidad de su vocacion. Dentro de esta normalidad, vive sin embargo en intensa comunion espiritual con su Hijo. En este sentido, el ser y la vocacion de Maria estan determinados por su divina maternidad. Ella es como es y hace lo que hace porque es la madre de Jesus, el Verbo de Dios.Maria, por otra parte, representa de una maneramisteriosa la microhistoria de la salvacion. Su belleza infinita ha hecho que muchos hombres y mujeres hayan descubierto la bondad de Dios y comprendido mejor la obra de la redencion.Con humildad y alegria entrego estas paginas a quienes quieran leerlas. Son testimonio de mi agradecimiento y de mi devocion personal a Santa Maria, madre de Dios y madre nuestra.
Uno de los obispos más clarividentes de la Iglesia española afronta, desde la libertad y la agudeza que da la fe, las cuestiones que más preocupan a los españoles: la política y su relación con el cristianismo, la vida y la muerte, las dificultades y retos por los que atraviesa nuestra democracia, la urgente necesidad de educación en nuestra sociedad, el laicismo como ideología y, finalmente, la búsqueda de Dios que hermana a todos los hombres. «Cada descubrimiento nuevo, cada paso nuevo que da la humanidad, cada posibilidad nueva que se abre para una persona, para una familia, para uno o muchos pueblos, lleva consigo un ramillete de preguntas, de dudas, de riesgos, frente a los cuales la luz de Jesucristo, la luz que es Jesucristo, tiene que iluminar y descubrir la verdadera valoración de cada nueva posibilidad de existencia que se abre ante nosotros. En esto consiste nuestro crecimiento como cristianos, así es como se actualiza y se moderniza la Iglesia, sin debilitar ni desdibujar su propia identidad. A esta gran tarea de actualización de las enseñanzas de la Iglesia, iluminación cristiana de la vida, actualización y crecimiento del patrimonio cristiano de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad, están dedicadas, humildemente, estas cartas cristianas, escritas desde la fe y desde mi responsabilidad episcopal para servicio de la Iglesia y para el bien de mis hermanos».
"Los que hemos vivido a lo largo de estos años pasados tenemos la obligación de ayudar a los más jóvenes a conocer la compleja realidad de nuestra historia en toda su verdad.
En nuestra sociedad hay
«Siempre es tiempo de evangelización. Siempre es el tiempo del primer anuncio. Dios nos da el don de la fe de una vez para siempre, pero nosotros tenemos que renovarla cada mañana. Consciente de mis
«Los que hemos vivido a lo largo de estos años pasados tenemos la obligación de ayudar a los más jóvenes a conocer la compleja realidad de nuestra historia en toda su verdad. En nuestra sociedad hay