La mente más clara que he conocido, dijo Ortega y Gasset de su mano derecha, Fernando Vela (1888-1966), sin cuyo concurso no habrían sido posibles iniciativas como la Revista de Occidente y tantas otras empresas de su amigo y maestro. Cuando Vela publico el presente libro en 1946, aun podia considerar la catastrofe de la II Guerra Mundial como una oportunidad para la humanidad, gracias al triunfo de la cooperacion internacional que encarno el presidente Franklin D. Roosevelt, protagonista de la presente biografia, en la que Vela desentraña con penetrante lucidez la psicologia del pueblo americano, que con Roosevelt se abrio al mundo.
Este volumen recoge un extenso glosario de más de 2.000 entradas lexicográficas, todas ellas comentadas y con aparato gramatical, ideológico y etimológico. Una verdadera aproximación lingüística y ar
Selección y prólogo de Eduardo Creus Visiers. Fernando Vela (1888-1966) fue una personalidad de relieve de la cultura española y su nombre llegó a ser muy respetado en ámbitos periodísticos patrios. Acometió con José Ortega y Gasset, quien lo honraba con su amistad y admiraba su inteligencia, alguna de las más importantes empresas culturales de su tiempo. Pero Vela no se interesó nunca por las veleidades de la fama: fue uno de esos raros escritores que suman a su soberbia actividad intelectual un gran estilo hecho de discreción y elegancia. Los ensayos aquí recogidos dan fe de un interés plural, que abarca la actualidad y la historia, la literatura y el arte, la política, la sociología, la filosofía, la ciencia# No se muestra su autor perdido en medio de tan vertiginosa variedad; no hay en estos escritos titubeos ni caprichosas intuiciones ni divagaciones sin rumbo, y si podemos llamar a esas páginas «ensayos» ¿palabra que a decir verdad no significa gran cosa, o significa demasiadas cosas distintas? es porque son el producto de una operación intelectual consistente en someter los más diversos aspectos de la realidad humana a examen riguroso para ofrecernos plausibles formas nuevas de ver esa realidad. Vela publicó en varias recopilaciones un porcentaje irrisorio de su abundantísima producción escrita, y aunque las elecciones fueron siempre acertadas y facilitan la labor de cualquier antólogo, al margen quedaron excelentes trabajos, de los que también hallará muestra el lector del presente volumen.