ETA asesina a Carrero Blanco, mano derecha del General Franco. Nadie se explica como un grupo hasta entonces semidesconocido ha logrado la información para dar un golpe tan formidable. En 2005, unos ladrones asaltan una caja fuerte de una compañía privada durante el incendio del edificio Windsor. Inmediatamente en las más altas esferas se da la voz de alarma porque está en peligro el mayor secreto del estado. El CNI ordena a uno de sus hombres, Antonio Alba, que recupere el contenido con discreción, diciéndole que han robado el proyecto Capricornio, que no es otra cosa que el intento español por ser una potencia espacial, pero Alba desconfía porque comprueba cómo varios servicios secretos extranjeros han iniciado una carrera hostil por cazar el secreto del Windsor. En otro lugar, el ladrón, un antiguo guerrillero albano kosovar del UÇK, tiene curiosidad por saber qué es exactamente lo que le han encargado robar. Cuando echa un vistazo al botín se lleva una gran sorpresa.
En 2003 son asesinados en Irak nueve agentes del CNI sin que se logre descubrir al culpable. Años después, Antonio Alba, un agente español represaliado por la dirección del centro, es llamado por su antiguo jefe para que investigue la reactivacion de un topo que llevaba mucho tiempo sin dar señales de vida.Ha de hacerlo deprisa, antes de que este consiga lo que esta buscando y tambien lo tendra que hacer fuera de los cauces oficiales, porque en el servicio secreto hay quienes quieren ajustar cuentas con el. Sus viejos enemigos le esperan pero a el no le importa, va a cazar al traidor que mato a sus compañeros.
En una reunión secreta en Londres, el representante de un poderoso desconocido se reúne con ejecutivos a los que ha encargado el asesinato del presidente de los Estados Unidos. Todos le aseguran que es algo imposible excepto uno, que le dice tener acceso
EN EL ÚLTIMO TRAGO NOS VAMOS En un lugar cualquiera de Madrid hay un bar a pocos metros de un puente. Hasta aquí nada interesante. Pero los puentes atraen suicidas y por alguna razón la gente antes de decir hasta aqui hemos llegado se quiere tomar un trago de despedida. Y efectivamente, ese trago se lo toman en el Abstemio. Sin embargo, no todas las almas perdidas acaban saltando de un puente, la mayoria hace lo que puede y se conforma con ahogar las penas frente a una barra y al lado de varios parroquianos que tambien tienen lo suyo. Esta es la historia de todas esas personas, de señores de la droga de incognito, de policias que esconden secretos, de millonarios infelices, de futbolistas frustrados, de rusos que mas que rusos son sovieticos y de David, el dueño de un bar que solo cierra cuando el ultimo cliente dice hasta mañana.