Era un hombre altruista y moderado. Vivia honestamente, alejado de las tentaciones mundanas, solía decir que quien se dedicara a nuestro arte, debia mantenerse sereno y con los pensamientos despejados, y quien quisiera representar la vida de jesucristo, debia estar siempre al lado de este. En pocas palabras, este hermano de la orden, nunca ponderado lo bastante, era humilde y discredo en todas sus acciones y palabras, habil y piadoso en su pinturas. Los santos que pintó tienen más aspecto de verdaderos santos que los que cualquier otro maestro.
Su fantacia tenia tal fuerza expresiva que us manos no podian desarrollar las formidables y monstruosas ideas que creaba su mente, lo que a menudo hacía que dejara inacabadas o destruyera sus obras, supe que poco antes de morir, habia quemado toda su serie de esbozos, bocetos y cartones, para que nadie supiera los esfuerzos que habia realizado ni las dificultades a las que habia sometido su inigualable talento, simplemente para que nunca se conociera de el mas que la suma perfección.