Gabriele del Grande nació en Lucca en 1982. Cursó Estudios Orientales en Bolonia y vive en Roma, donde colabora con la agencia de prensa Redattore Sociale. En 2006 creó la bitácora Fortress Europe, observatorio mediático sobre las víctimas de la emigración clandestina. También lleva las bitácoras Roma senza fissa dimora. Diario reportage, Biglietti di viaggio dalla Palestina, Da Casablanca con furore y La notte dei senza dimora (con audio), sobre los vagabundos de Roma. En 2007 siguió la ruta de los emigrantes en Turquía, Grecia, Túnez, Marruecos, Sáhara Occidental Mauritania, Malí y Senegal, entrevistándose con las familias de los desaparecidos. Fruto de esa experiencia fue el libro Mamadú va a morir, ya publicado por esta editorial
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El libro recoge tres años de investigación sobre inmigrantes indocumentados al cruzar el Mediterráneo. Se recogen historias de los padres de hijos desaparecidos, de pescadores, de los centros de acogida que, realmente son como carceles...
Gabriele del Grande se revela con este libro como un gran periodista. Su investigación se inicia en septiembre de 2005 en las prisiones de Siria y atraviesa la revuelta de 2011, la insurrección armada contra la dictadura de Al-Assad y la instauracion del Estado Islamico.
Gabriele del Grande tiene el mínimo de decencia humana para localizar una noticia y el coraje profesional, cada vez más raro, para contarla. A lo que antes se llamaba sencillamente "periodismo" hoy lo llamamos "periodismo comprometido". Comprometido con su trabajo, comprometido con la decencia humana, del Grande sabe que el lugar de los acontecimientos no es una patera aislada cerca de Malta, sino todo el mar Mediterráneo y parte del Atlántico y África entera y todo el tercer Mundo y la Europa candada y arrogante y el capitalismo globalizador que determina una severa cartografía del sufrimiento humano. Y sabe que el verdadero acontecimiento no es la muerte de 15 eritreos y el encarcelamiento de 12 en los lager de Malta, sino la masacre de al menos 1581 seres humanos solo en el año 2007 y la reclusión, tortura y abandono de cientos de miles de ellos en campos de concentración y desiertos en Europa y en el norte de África: eso, pues, que sin ninguna exageración el teólogo Franz Hinkelammert ha definido como un "genocidio estructural"». De la Presentación de Santiago Alba