Vivimos tiempos de creciente polarización política, encerrados en cámaras de eco. Las redes sociales y la dispersa atomización de los medios de comunicación hacen el debate público cada vez más tenso y beligerante. Pero la apuesta ilustrada por la democracia liberal sugiere que nuestros destinos politicos deberian conducirse por un debate publico sano. Sin embargo el debate publico se ve aplastado por el ruido. El problema de la comunicacion no es ya pragmatico, sino semantico. Combinando erudicion y sensatez, La guerra de las palabras ofrece diversos puntos de vista y enfoques que consiguen atrapar a un amplio numero de lectores. A traves de una perspectiva economica permite, ademas. comprender los problemas distributivos que plantea la globalizacion, y la mejor manera de enfrentarse a los dilemas morales que esta presenta
En la estela de otros analistas contemporáneos, Harold James se opone a considerar la globalización como el futuro económico indiscutible.Alertado por la historia sobre la falsedad de los lugares comunes y las modas del pensamiento, comienza por negar la novedad del fenómeno globalizador, al estudiar cómo a finales del siglo XIX se produjo un marcado movimiento hacia una mayor integración económica mundial, y cómo años más tarde tuvo un final dramático: la Gran Depresión de 1929, cuyas consecuencias se prolongaron durante toda la década de 1930. James se adentra en este episodio negro de la historia moderna y extrae de él lecciones para el presente, analizando con detalle y país por país las crisis financieras y las depresiones resultantes entre los años que separan las dos guerras mundiales. A partir de aquí, explica los mecanismos por los cuales el desplome de las instituciones financieras obligó a tomar medidas restrictivas en el comercio y favoreció en muchos casos políticas económicas de caracter nacionalista.El fin de la globalización es una poderosa llamada a la cautela del considerado por la crítica el mejor historiador de economía política del periodo de entreguerras.