Cuando iniciamos el camino de este libro teníamos en claro dos objetivos: rendirle un homenaje al Favio cineasta, y presentarle batalla a nuestra necrofilia cultural; porque desconocemos qué somos (si algo somos) luego de la muerte, pero creemos saber lo bien que hace y lo justo que resulta ser reconocido en vida.No queriamos redactar un Manual Tecnico, tampoco una Biografia alambicada, ni proponer un Analisis sesudo de su obra. A partir de limitaciones propias, es cierto, pero sobre todo porque (simplemente) deseabamos rendir tributo a quien consideramos el mejor Director de Cine argentino de la historia.En rigor, procuraremos iniciar con Leonardo Favio una saga de homenajes en vida a nuestros grandes artistas, aquellos que, por eleccion o descuido, no son debidamente valorados; o quiza si, pero que en todo caso no ocupan el centro de la escena en los grandes medios de comunicacion. Advertimos un momento historico que amerita el esfuerzo. No pretendemos ser guias ni colocarnos en un espacio rector, solo anhelamos ser fieles con nuestros sueños.En este caso, y porque Favio se hallaba en pleno rodaje primero y luego en etapa de post-produccion de su film Aniceto, decidimos prescindir de la palabra del homenajeado y basarnos en testimonios de gente que ha participado de sus obra