Isabel Guerra (Madrid, 1947) empezó a pintar de forma autodidacta a los doce años, y expuso por primera vez a los quince en la sala Toisón de Madrid. Pasó largas horas estudiando a los grandes maestros en el Museo del Prado, frecuentando exposiciones y leyendo libros de arte. El 12 de noviembre de 1970, ingresó en el monasterio cisterciense de Santa Lucía en Zaragoza. Es académica de honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis y correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Es conocida como «la pintora de la luz». En sus pinturas, de técnica velazqueña, aparece una lírica cercana a la teología mística cristiana. Cultiva ante todo el retrato y el bodegón dándole una especial importancia a la luz. En su obra cumple el lema benedictino de ora et labora, «reza y trabaja». Su pintura, muy cotizada, ha sido vista en más de treinta exposiciones individuales y otras tantas colectivas desde 1960. Magdalena Lasala es autora de una extensa producción literaria que abarca todos los géneros, avalada con el reconocimiento de lectores y crítica. Entre sus novelas figuran La estirpe de la mariposa, Maquiavelo: el complot,La cortesana de taifas ?publicado con gran éxito en La Esfera?, Doña Jimena. La gran desconocida en la historia del Cid, La casa de los dioses de alabastro y La última heredera. Ha publicado entre otros los poemarios Seré leve y parecerá que no te amo, La estación de la sombra, Todas las copas me conducen a tu boca, Vivir la vida que no es mía, Aquel sabor de lo invisible y Cartas en un semáforo rojo. Su obra en literatura fabulística incluye títulos como Fábulas de ahora, Lo que el corazón me dijo o Las historias del Dragón Danzante. Asimismo es miembro de la Academia de Bellas Artes de San Luis y recibió el Premio de las Letras Aragonesas en 2014.
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Los colores de luz descubre las reflexiones de dos mujeres muy distintas que comparten inquietudes en torno al mundo en el que viven. La pintora Isabel Guerra y la escritora Magdalena Lasala analizan desde la perspectiva de sus propias vidas como mujeres de este tiempo, diversos temas relativos a la existencia humana y lo hacen con la sencillez de la amistad y la lucidez de la madurez creativa. Asi, ponen el foco de atencion sobre cuestiones tan diversas como la diferencia entre fe y religion, la idea de Dios, el amor y la belleza, la vivencia de la verdad y la mentira, la condicion de crear dentro de la vida monacal o su vision de la Iglesia como institucion hoy.En Los colores de la luz, Magdalena Lasala aporta el trazo literario e Isabel Guerra el trazo vital a una serie de temas de rotunda y a la vez permanente actualidad. Logran el equilibrio entre lo poetico y lo intelectual para provocar la reflexion del lector y poner el foco de atencion sobre cuestiones de interes humano, asumiendo el riesgo de abordar con autenticidad temas nunca antes planteados.Sus diferentes formas de vida ?Isabel, religiosa catolica practicante de vida monacal, Magdalena, poeta que desde la intelectualidad filosofica de su formacion en psicologia humanistica es una convencida de la transcendencia del ser humano?, permiten un atractivo encuentro intelectual llamado a contribuir de forma activa al despertar de las conciencias del mundo de hoy.
Isabel Guerra es la pintora de la luz. Es la persecución serena, silente, enamorada y tenaz de la luminosidad y esa luz tiene valor de símbolo religioso. Desde la quietud del claustro cisterciense donde reside persigue la luz que da forma a la belleza de lo cotidiano, a la vida sencilla, al equilibrio de la armonia, al instante infinito y al resplandor de la vida. Anota sus descubrimientos y los entrega en paginas de lino y de madera, en un gesto inocente, ilusionado y tierno, queriendo alargar para todos la esperanza. La artista se esfuerza cada dia por encontrar, en una pincelada de luz, el silencio de la vida y del hombre.El suyo es un mensaje universal, que irradia ternura y alegria, belleza y amor. En El libro de la paz interior, la autora asocia con especial ternura sus obras artisticas con meditaciones personales que despiertan la conciencia de la dignidad y su apertura interior hacia el mundo, hacia los demas y hacia Dios y nos lleva al encuentro de la realidad de las cosas, de las personas y de los paisajes.Un libro original, valiente y conmovedor, lucido y sereno, dirigido a catolicos, cristianos, agnosticos e incredulos, que supera la actualidad presente por la profunda armonia, compromiso y fe que transmite.
Una vida en busca de la bellezaLos colores de luz descubre las reflexiones de dos mujeres muy distintas que comparten inquietudes en torno al mundo en el que viven. La pintora Isabel Guerra y la escritora Magdalena Lasala analizan desde la perspectiva de sus propias vidas como mujeres de este tiempo, diversos temas relativos a la existencia humana y lo hacen con la sencillez de la amistad y la lucidez de la madurez creativa. Asi, ponen el foco de atencion sobre cuestiones tan diversas como la diferencia entre fe y religion, la idea de Dios, el amor y la belleza, la vivencia de la verdad y la mentira, la condicion de crear dentro de la vida monacal o su vision de la Iglesia como institucion hoy. En Los colores de la luz, Magdalena Lasala aporta el trazo literario e Isabel Guerra el trazo vital a una serie de temas de rotunda y a la vez permanente actualidad. Logran el equilibrio entre lo poetico y lo intelectual para provocar la reflexion del lector y poner el foco de atencion sobre cuestiones de interes humano, asumiendo el riesgo de abordar con autenticidad temas nunca antes planteados. Sus diferentes formas de vida -Isabel, religiosa catolica practicante de vida monacal, Magdalena, poeta que desde la intelectualidad filosofica de su formacion en psicologia humanistica es una convencida de la transcende...
Isabel Guerra es la pintora de la luz. Es la persecución serena, silente, enamorada y tenaz de la luminosidad y esa luz tiene valor de símbolo religioso. Desde la quietud del claustro cisterciense donde reside persigue la luz que da forma a la belleza de lo cotidiano, a la vida sencilla, al equilibrio de la armonia, al instante infinito y al resplandor de la vida. Anota sus descubrimientos y los entrega en paginas de lino y de madera, en un gesto inocente, ilusionado y tierno, queriendo alargar para todos la esperanza. La artista se esfuerza cada dia por encontrar, en una pincelada de luz, el silencio de la vida y del hombre.El suyo es un mensaje universal, que irradia ternura y alegria, belleza y amor. En El libro de la paz interior, la autora asocia con especial ternura sus obras artisticas con meditaciones personales que despiertan la conciencia de la dignidad y su apertura interior hacia el mundo, hacia los demas y hacia Dios y nos lleva al encuentro de la realidad de las cosas, de las personas y de los paisajes.Un libro original, valiente y conmovedor, lucido y sereno, dirigido a catolicos, cristianos, agnosticos e incredulos, que supera la actualidad presente por la profunda armonia, compromiso y fe que transmite.