Dios ha salvado la distancia. La fe cristiana hace esta proclamación inusitada en la que se afirman a la vez dos acepciones que la frase permite en español.Por un lado, Dios ha franqueado la distancia infinita que separa al hombre de su Creador cuando en la encarnación se ha hecho «Dios con nosotros».Por otro lado, decimos que Dios ha salvado la distancia porque ha salvaguardado su infinita trascendencia, sin la que el hombre corre el continuo peligro de convertir a Dios en un ídolo. Cuando Dios se ha hecho tan cercano que se ha comunicado visiblemente en el Hijo, a la vez, ha custodiado su invisibilidad.De este Dios y de su peculiar relación con el hombre habla el libro. No siempre de una manera directa o formal, ya que se abordan aspectos concretos de la vida personal y social. Pero en ellos se podrá reconocer siempre, casi como hilo conductor, el interés por describir lo humano a la luz de esta inesperada y sorprendente manifestación visible de Dios que conserva todo su misterio.
El cristianismo es un acontecimiento imprevisto e imprevisible: el anuncio de que el Misterio se ha hecho hombre y ha nacido de una mujer en un momento y un lugar determinados. La nodalidad que Dios ha elegido para entrar en relacion con el hombre y salvarlo es un acontecimiento, un hecho historico, no un pensamiento o un sentimiento religioso vago. Y este acontecimiento de Cristo permanece en la historia a traves de la compañia de aquellos a los que El incorpora a Si por medio del Bautismo. Es el comienzo de un yo nuevo, un protagonista nuevo de la historia cuya dimension es la pertenencia a un sujeto historico preciso: el pueblo de aquellos que son llamados con su nombre (Jr 14, 9).
«Se puede suponer que en la historia de la cultura y del pensamiento occidentales han existido motivos por los que la razón ha llegado a ser enemiga del Misterio, pero esta hipótesis no se quiere tomar como definitiva; lo que se quiere es ponerla a prueba. La pregunta de nuestro título está justificada y cada uno de nosotros está obligado a preguntarse sobre la relación entre su razón y el Misterio, en un contexto cultural occidental que ha hecho de ella un problema desde hace mucho tiempo». (Del autor)
Eds., Javier Prades, Manuel Oriol; Prólogo de Cardenal Angelo Scola. «La presencia masiva de inmigrantes en Europa, su diversidad étnica, cultural y religiosa, su inserción en la vida cotidiana de nuestras sociedades, su al menos incipiente participación en la vida democrática de nuestras naciones... Antes de cualquier consideración es necesario reconocer que nos encontramos ante un proceso histórico totalmente abierto todavía. [...] Para llegar al origen de la diversidad también es necesario conocer, interpretar, orientar: objetivos arduos que pueden ser perseguidos sólo por un sujeto personal y comunitario dispuesto a vivir como protagonista en la sociedad arriesgando la propia libertad. Las diversas aportaciones sobre el tema del multiculturalismo publicadas en el presente volumen, organizadas en tres secciones (ciencias jurídicas y sociales, ciencias filosóficas y ciencias teológicas), quieren responder a los objetivos indicados ofreciendo alguna clave de reflexión que pueda acompañar la conciencia de los pueblos del rico Occidente para afrontar el proceso de mestizaje de civilizaciones». (Del Prólogo del Cardenal Angelo Scola)