Este libro describe una experiencia, cuenta una aventura humana: ¿cómo permanecer indiferente, cómo quedar sin respuesta frente a la soledad, a la infinita angustia de los padres que acaban de traer al mundo a un niño con discapacidades? Janine Levy ha intentado hacer frente a esta situacion mediante ciertas nociones esenciales, afirmando que mientras que a los padres hay que apoyarlos y acompañarlos en su dolorosa evolucion, sembrada de obstaculos y de incomprensiones, al niño, tan precozmente como sea posible, hay que observarlo, protegerlo y ayudarle a evolucionar. Por supuesto, sin necesidad de sobreestimularlo, ni de convertirlo en objeto de excesiva atencion, pues tambien el, como cualquier otro niño, tiene derecho a gozar de su infancia. Todo esto implica, evidentemente, una estrecha y calida cooperacion entre los padres y un equipo plurisdisciplinario, atento y completamente dedicado a su labor.