Licenciado en Antropología y Etnología de América, postgrado en Derechos Humanos y responsable del Área Indígena de la ONGD Mugarik Gabe, desde hace casi quince años, en relación con las organizaciones y pueblos indígenas del continente americano.
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Desde principios de los años ochenta asistimos a un proceso, aparentemente imparable, de hegemonización del sistema neoliberal. Sin embargo, poco más de dos décadas después, los escenarios de crisis se multiplican y, además de debilitarlo, evidencian un cierto agotamiento global de este sistema. En América, por lo menos en aquel amplio espacio continental que históricamente se ha considerado como el patio trasero de las metrópolis dominantes, las transformaciones y rebeliones antisistémicas se hacen también evidentes. Así hoy, un número importante de naciones y pueblos ensayan sus actuaciones hacia opciones más redistributivas, con mayor presencia del Estado en los sectores estratégicos, con políticas sociales más amplias y recuperando la soberanía nacional. Igualmente, se experimentan nuevos lineamientos y estructuras políticas, sociales, económicas que responden a las necesidades de las mayorías, y se revigorizan culturas y pueblos, hasta hace poco, permanentemente excluidos. En este marco, Bolivia se distingue hoy como un país indígena olvidado que ha recuperado su presencia y que tiene la oportunidad de reconstruirse. Este libro aporta los elementos básicos para entender el momento en el que se encuentra este país, donde la mayoritaria población indígena ha asumido el protagonismo negado por tanto tiempo para abrir espacio a nuevos modelos sociales, políticos, económicos y culturales.
Este texto pretende ser crónica y aprendizaje de la historia más reciente de la Otra América Latina. Aquella historia que pueden relatar, y que construyen, los movimientos sociales de las últimas décadas: las mujeres y los hombres de las barriadas populares, de las favelas, de las periferias de las grandes y las pequeñas ciudades, de los campos y las selva, en suma, quienes siempre quedaron en los margenes del sistema dominante. Hombres y mujeres anonimas, campesinado que sobrevive en valles, altiplanos o bosques tropicales. Piqueteros que exigen trabajo y condiciones dignas de vida, y madres con pañuelo blanco que demandan por sus hijas e hijos desaparecidos. Mujeres empoderadas que pugnan por sociedades despatriarcalizadas libres de las violencias machistas y equitativas. Mujeres y hombres afroamericanos e indigenas que exigen acabar con el racismo y ver no solo reconocidos sus derechos sino la real posibilidad de ejercerlos. Es asi la historia de las grandes mayorias de esa Nuestra America que sigue pidiendo, demandando, empujando, exigiendo acabar con el colonialismo y con el modelo de dominacion neoliberal del ultimo medio siglo, para poder construir colectivamente sociedades democraticas y justas. Un verdadero nuevo continente. Algun dia America tendra una voz de continente, una voz de pueblo unido. Una voz que sera respetada y oida; porque sera la voz de los pueblos dueños de su propio destino. Salvador Allende
Los últimos tiempos nos han colocado ante una evidencia ya innegable: el inmenso poder que acaparan las empresas trans¬nacionales en el marco del modelo neoliberal y su disposición para violentar inc
A pesar de reconocer un contexto adverso, los planteamientos decrecentistas se van abriendo camino y cada vez hay más prácticas que caminan por esta senda, incluso sin definirse como tales.
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