No viajamos para evadirnos de la realidad sino para recobrarla.No viajamos para evadirnos de la realidad sino para recobrarla. Vivimos en un mundo crecientemente virtual que falsifica las sensaciones y vacia el sentido de las palabras. Si como cree Bustos la verdad del oficio periodistico nace siempre de un viaje andar, ver y contar, entonces nada habra mas urgente y verdadero que desoir el antojo frenetico de la actualidad y abrazar la quietud de los pasos perdidos y los sentidos despiertos.Con humor, lirismo y un dominio absoluto del lenguaje, Bustos narra dos viajes enfrentados entre si por el espacio, el tiempo y una mirada que oscila siempre entre el desencanto y el asombro, entre lo frances y lo castellano, entre el casticismo y la ilustracion. Del ardor mesetario a la templanza bretona, del corral de comedias a la opera versallesca, del loco que se creyo Amadis al loco que se creyo Napoleon, del museo de quijotes de El Toboso a la feria de selfis del Louvre y del honrado valdepeñas al majestuoso burdeos, la escritura depurada de este libro sacia esa sed de cosas concretas que Josep Pla reclamaba a la mejor literatura: observacion, reflexion y confidencia. En mi justificado pesimismo di en pensar que ya nadie podia escribir una pieza de viaje como las del 98. Me equivocaba () ¡Chapeau! Felix de Azua (El Pais)En la carretera, el narrador aprende a vivir mas libremente, como en todos los libros de viajes. Luis Alemany (El Mundo)No hay duda de que la lectura de ciertos prosistas de la mejor tradicion hispanica ha ido conformando su estilo, exigente y ductil. Si a esto sumamos su solida propuesta intelectual de raiz centroeuropea, nos encontramos ante una feliz rareza española. Alberto Gordo (El Cultural)Es dueño de una amplia cultura y no pocas inquietudes filosoficas; ademas, casi huelga decirlo, de una prosa brillante. Manuel Arias MaldonadoBustos esta destinado a ser el Lionel Trilling de la cultura española. Tiene argumentos de sobra para ello: cultura amplia y asentada, curiosidad, estilo, picardia, sagacidad, intuicion, ironia... Gregorio LuriUn Bustos sensible, dubitativo y algo quijotesco puebla las paginas de "Asombro y desencanto". Juan Soto Ivars (El Confidencial)Es el libro de un observador, la bitacora de alguien que busca un destino y, a su manera, una explicacion () Bustos ha cincelado un estilo reconocible incluso en los textos que no firma. Karina Sainz Borgo (Vozpopuli)Viajar es un placer que enriquece el alma, la ensancha, fuente de felicidad, al igual que lo hace un buen libro de viajes, y este en mi opinion lo es. Eduardo Martinez Rico (Zenda)Una obra llena de contrastes. Fernando Diaz de Quijano (El Cultural)Con ironia, con reflexion y con un vocabulario envidiable, Jorge no se olvida de que el viaje es el origen mismo de la literatura y nos recuerda que la vida nace y muere cada dia a la sombra de las estaciones y a la luz de las palabras. Cristina Hermoso (RNE)Con una prosa rica y vibrante, atenta a lo geografico pero tambien al paisaje humano, Bustos nos plantea sus viajes con una doble perspectiva, pues no solo se alude a lugares fisicos, sino que sobre todo realiza acercamientos culturales, cotejando los espacios con sus huellas y reflejos en lo literario. Javier Menendez Llamazares (El Diario Montañes)Bustos es siempre un observador cualificado en tiempos de selfis, lo cual resulta de por si una deliciosa extravagancia. Alejandro E. Orus (Heraldo de Aragon)Con mucho humor y una excelente calid...
Ver más