Los mecanismos que explican más profundamente por que nuestra sociedad genera excluidos son de índole antropológica, y entre ellos destacan los referidos a nuestro modo de concebir la actividad humana (lo que hacemos), a la manera de vincularnos entre nosotros (con quien vivimos) y a nuestra identidad (quienes somos). Esta antropologia dominante tiene dos efectos muy graves y entrelazados. Por un lado, deshumaniza a las personas consideradas oficialmente como "integradas": por otro, condena a una serie de personas a la exclusion mas radical, haciendolas superfluas para el sistema. Por eso, las diversas propuestas que pretenden solucionar el problema de la exclusion manteniendose en el marco de comprension antropologico dominante solo conseguiran correcciones puntuales y (si no son ciudadosas) pueden reforzar el mismo sistema que produce la exclusion social. Es preciso, pues, un planteamiento verdaderamente alternativo que vaya a la raiz de la cuestion. Los autores reivindican la accion politica en el ambito publico, la importancia de los relatos de sentido, la identidad publica, los vinculos constitutivos y los de la libertad: o, lo que es igual, el ejercicio efectivo de una ciudadania solidaria que construya un mundo comun integrador de los distintos, en el que tod