Juan Manuel Rodríguez Tobal nació el 30 de enero de 1962 en Zamora, ciudad en la que reside y en la que ha pasado la mayor parte de su vida. Es licenciado en Filología Clásica por la Universidad de Salamanca. Desde 1986 ejerce la docencia del latin.Es autor de las traducciones Poemas y fragmentos de Safo (Madrid, 1990), Poesia completa de Catulo (Madrid, 1991) y Arte de amar de Ovidio (Madrid, 1999), las tres en la coleccion de poesia Hiperion.Dentro del aire es su primer libro de poemas. Con el obtuvo el XVII Premio de Poesia "Ciudad de Badajoz".Juan Manuel Rodríguez Tobal nació el 30 de enero de 1962 en Zamora, ciudad en la que reside y en la que ha pasado la mayor parte de su vida. Es licenciado en Filología Clásica por la Universidad de Salamanca. Desde 1986 ejerce la docencia del latin.Es autor de las traducciones Poemas y fragmentos de Safo (Madrid, 1990), Poesia completa de Catulo (Madrid, 1991) y Arte de amar de Ovidio (Madrid, 1999), las tres en la coleccion de poesia Hiperion.Dentro del aire es su primer libro de poemas. Con el obtuvo el XVII Premio de Poesia "Ciudad de Badajoz".
Juan Manuel Rodríguez Tobal (Zamora, 1962) ha publicado los libros de poesía Dentro del aire (1999), Ni sí ni no (2002), Grillos (2003), Icaria (2010) y Esto era (2018). Ha traducido a Safo, Anacreonte, Teognis, Catulo, Virgilio y Ovidio, asi como una amp
NI SÍ NI NOLa margarita no diceni sí ni no:si me quiere o no me quiereno es su canción.Que las hojitas que tieneni ella las sabe,pero sabe que son suyasy no del aire.Si te quiere o no
Calino, Arquíloco, Tirteo, Mimnermo, Semónides, Solón, Alceo, Safo... catorce poetas cuya obra abarca el espacio de doscientos años que va de homero y lo homérico al clasicismo griego. Son poetas de regiones diferentes, de músicas y acentos diferentes, que escribían en griegos diferentes. Sus nombres son algunos de los nombres principales de la época arcaica, uno de los periodos creadores más intensos de la civilización occidental. Gracias a las versiones de Rodríguez Tobal, vuelven estos poetas primeros a regalarnos su mirada inequívoca: la de quienes consideraron naturalmente su existencia y su desvalimiento, e hicieron de la realidad una de las formas más sinceras de belleza habitable.