Com seràs quan neixis? Seràs un ésser lliure i feliç? Et transmetré lamor per la música, pels llibres, per la natura, per la vida? Em faràs patir? Sabré escoltar-te? Podré esperonar-te perquè abandon
Ésta es la historia de un viejo molino que se levanta entre los pastos donde pacían tranquilas las vacas y el estanque donde los patos alegraban los días de sol. Tiempo atrás, este molino también fue joven y hermoso, ágil y esbelto cuando, al alegre compás del viento, giraba feliz sus aspas. Ahora, con el paso de los años, ya viejo y medio cubierto de telarañas, sólo servia para dar un poco de cobijo a sus amigos de siempre, a los pájaros y a los ratones que se refugiaban en él ante el acoso de los fuertes vientos del otoño y la inclemencia del frio del invierno.
Es un monólogo del último habitante de un pueblo abandonado del Pirineo aragonés. Entre «la lluvia amarilla» de las hojas de otoño que se equipara al fluir del tiempo y la memoria, o en la blancura alucinante de la nieve, la voz del narrador, que está a las puertas de la muerte, nos evoca a otros habitantes ya desaparecidos y nos enfrenta a los extravíos de su mente y a las discontinuidades de su percepción en el pueblo fantasma del que se ha adueñado la soledad.