A lo largo de esta obra se analiza la estrecha relación existente entre población y sistema demográfico en Europa, observando y exponiendo todos aquellos aspectos que llevan a caracterizar tanto el proceso productivo como social unido a la realidad agricola europea.
Éste es un libro de historia social de la cultura, centrado en el análisis histórico de la cultura en sentido amplio y de la vida cotidiana de la España del siglo XVIII, en el que se presta atención a problemas en principio muy diferentes, desde la ilustración a la superstición, desde la vida cotidiana de las minorías privilegiadas a la de las masas de campesinos y artesanos. Lejos de limitarse a una historia intelectual, además se aborda la verdadera influencia que el pensamiento de las élites y el reformismo político tuvieron en el conjunto de la sociedad, al menos en determinados ámbitos. Es decir, que se plantean no sólo los debates propios del movimiento ilustrado, sino también la difusión social de valores e ideas, aquilatando lo que hay de nuevo y de viejo en un siglo en el que los libros y papeles en aumento sirven para proclamar tanto las ideas ilustradas como las más tradicionales, y en el que los modernos sistemas de transmisión de mensajes coexisten con la vigencia de la oralidad. Empero, se trata al mismo tiempo de un texto de historia de la vida cotidiana, que trata de los cuadros de vida fundamentales, desde la familia y la reproducción social a la cultura material (la vivienda, el vestido y la alimentación), contrastando siempre la realidad con los discursos teóricos que sobre esos temas aparecieron en la España del setecientos.
Publicacions de la Universitat de València 9788437051475
El censo de Aranda (1768) fue el primero realizado en España con sentido estadístico moderno, por su finalidad no directamente impositiva, por la utilización del concepto de habitante, por abarcar a todos los grupos sociales y por haber prestado atención a las estructuras demogràficas. A pesar de esto, y de haberse conservado en gran medida la información parroquial primaria, este censo no ha sido demasiado utilizado como fuente histórica. La edición que ahora se presenta de los datos correspondientes a las parroquias valencianas, precedida de un análisis crítico del documento y de una primer estudio demográfico, permite poner al alcance del lector, y especialmente del historiador, una información detallada y ordenada sobre la población del País Valencià en una época de cambios tan decisivos como fue el siglo XVIII.