Doctor en Filosofía y Letras, Profesor de Filosofía de Instituto de E.M. e Inspector de Enseñanza. Fue destinado a París como Agregado de Educación para organizar la enseñanza de los hijos de los emigrantes. El Gobierno francés reconoció su labor nombrándole Chevalier de l'Ordre du Mèrite.
Entre sus obras más destacadas sobre temas de educación figuran:
Fundamentos para una Política Social de la Educación de Base (Confederación de Cajas de Ahorro) Permanent Education Spain (Council of Europe) La Educación de Base (Ministerio de Educación)
En la actualidad se ocupa de divulgar el pasado de nuestra tierra de Alicante con "libros de Historia llenos de imaginación frescura de la más estricta verdad histórica".
"Alicante por la República". Crónica de 1931.
El monasterio de la Santa Verónica de Alicante.
27 Alicantinos Ilustres.
Piratas y Corsarios en las costas de Alicante.
La Experiencia Republicana y la Guerra Civil en Alicante.
Recibe novedades de MANUEL MARTINEZ LOPEZ directamente en tu email
Barri, al-rabal, palabras árabes que significaban, en la Edad Media, la población exterior a las murallas. Primero fue La Medina Laqant, después, la Ciudad Cristiana, también amurallada, con sus tres arrabales: Roig, San Francisco y San Anton. Y, a mediados del XIX, llego el tren, dispuesto a devorarlo todo con sus fauces. Las extensas vias de hierro transtocaron todo el urbanismo. Sonaron trompetas y se derrumbaron las murallas de Jerico. Y vinieron los barrios nuevos, barrios de ensanche, anarquicos unos, de diseño otros, trazados como con tiralineas. El tranvia, primero Tranvia de Sangre, y luego electrico, tejio la urdimbre de la ciudad y de los barrios. Y llegaban de todas partes enjambres de abejas laboriosas. La ciudad crecia y crecia y se hincho hasta casi reventar. De aquellos barrios cohesionados y casi familiares ¿que queda? ¿Se han deshilachado y difuminado como en una acuarela ya gastada? Dicen que me fui de mi barrio... Si yo siempre estoy volviendo. Mi barrio era asi, asi... Que se yo si era asi, pero yo me lo recuerdo asi. Anibal Trullo
Ficción, realidad y fantasía han sido tres ingredientes que siempre se han conjugado en las historias de piratas.En esta ocasión, Manuel Martínez López, desde la mirada objetiva del historiador, relata los hechos que protagonizaron piratas y corsarios en las costas alicantinas. Y lo hace de forma cronologica, desde la Antiguedad, cuando el Mediterraneo es el Gran Lago de los corsarios, hasta la Edad Moderna, en que turcos y argelinos arremeten embestidas piratas contra nuestras poblaciones costeras.Se trata de episodios teñidos del color de la violencia y la crueldad sin limites, al tiempo que revelan su valentia y su caracter despiadado en muchos casos.
Alicante fue, a decir del periódico "El luchador", la más republicana de todas las provincias españolas. Aunque esta afirmación pudiera ser puesta en entredicho, pues otras provincias reclaman el mismo privilegio, sí mostró siempre Alicante un gran entusiasmo republicano. Y esto desde la Primera República gracias, sobretodo, a la señera figura de El Elcuterio Maisonnave. Y así recibió con inusitado entusiasmo el advenimiento de la Segunda República, el 14 de Abril de 1931. Pero ¿cómo vivió después los sucesos mas dramáticos, desde esta fecha el 31 hasta marzo del 39, en que termina la experiencia republicana? Vivencias personales, investigación histórica, prensa alicantina. Pero la prensa fue una de las grandes víctimas de este convulso período: incendios, saqueos, bombardeos, censura férrea. No obstante, no tenemos otro remedio que seguirla día a día, para ver qué nos cuenta y cómo lo cuenta. Pero también son muy elocuentes sus silencios, sus grandes silencios. Se tejerá una historia oficial para los vencedores y, quizás, una anti-historia, no menos oficial, para los proscritos. Y sólo las generaciones nacidas ahora podrán comprender un día todo lo que esto significó como desastre y perdición, el día en el que nacerá un español que tendrá la suficiente agudeza y fuerza para penetrar la verdad y recuperar a los muertos y a los vivos. Manuel Azaña, Memorias políticas y de guerra
Guarda mi patria bellas tradiciones Dignas de ser en inmortales versos. Adalmiro Montero Tierras alicantinas. Mujeres "durmientes" que vienen de ultratumba; caballos voladores sobre nubes de algodón; el gran pez-pequeña isla. Picas que hacen manar agua. Guerreros tallados en silex por el mismísimo Dios. Y Judas que, escapado de la boca de Lucifer, se sienta en la montaña de Bernia. Romances fronterizos. Hembras "guerreras" de Auriola. Mujeres que son despeñadas, como Mariola, desde la Tarpeya del Capitolio o que se lanzan, ellas mismas, al mar, como la princesa Zaida en un frenesí romántico de amor. Desde el Avesta pérsico, la Grecia, Arabia, Hispania, hasta el verdoso Eire, desciende el sol y se evapora el alma. Tradición. Relato del pueblo pasado "boca a boca". Leyenda. Narración nacida en el inconsciente colectivo. Realidad e irrealidad. Y al final, el "mito", la universalización de la leyenda, la idealización de lo irreal, de la anécdota a la categoría, el "tiempo atrapado en un espejo".