Maurice Zundel nació en 1897 y murió en 1975 en Suiza, unos meses después de una embolia cerebral que le privó de la palabra. A lo largo de su vida, este seguidor de la espiritualidad de san Francisco de Asís fue considerado un marginal. Ordenado sacerdote en 1919, pronto conocerá el exilio, de 1925 a 1946: Roma, París, Jerusalén. Fue uno de los precursores de la renovación litúrgica que precedió al Concilio Vaticano II. En PPC ha publicado: "El poema de la santa liturgia" y "Qué hombre y qué Dios".
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Como respuesta a la petición que le hizo el Papa de que preparara un retiro en el que abordara los temas de actualidad en la Iglesia en ese momento, Maurice Zundel elaboró una serie de reflexiones que ahora se recogen en este volumen. Aborda la principal dificultad del hombre para establecer una relación profunda con Dios: la falta de libertad que proviene de tener un horizonte marcado por el propio "yo". La obra consta de diecinueve capítulos acompañados de un prefacio, una introducción y una serie de apéndices
Muchos de nuestros contemporáneos se han distanciado de la religión por creerla reducida a unas prácticas externas sin relación con sus aspiraciones más elevadas. Se sentirán menos alejados de ella cuando vean, en la expresion sacramental de lo Divino, algo al menos tan intimamente vinculado al progreso espiritual de la fe como los gestos de ternura mas puros lo estan al impulso mas profundo del amor. La humanidad no ha experimentado nunca tan tragicamente la necesidad de Dios. La mayoria de las veces, unicamente parece rechazarlo por haber dado su nombre a cosas incompatibles con la idea que toda alma recta esta llamada a hacerse de El. Es, sin duda, imposible hablar de Dios sin mezclar con su luz gran parte de nuestra sombra. Es necesario que sepamos, al menos, que los limites de nuestro pensamiento y de nuestro discurso no se encuentran en El, porque El siempre esta mas alla de las concepciones mas sublimes y del lenguaje mas perfecto. MAURICE ZUNDEL, nacido en Neuchatel en 1897 y fallecido en Lausanne en 1975, doctor en filosofia, mistico, poeta y liturgista, situa el mensaje cristiano en la perspectiva interior que permite entender su relacion con la vida espiritual.
“Un poeta, un genio... con resplandores... uno de los genios espirituales de nuestro siglo...”. Pablo VI conocía a Maurice Zundel y se había percatado de quién era. Lo invitó a predicar la tanda de ejercicios del Vaticano para la cuaresma de 1972.En nuestros días, un publico cada vez más numeroso está redescubriendo a Zundel, hasta el punto de que se ha convertido en compañero de camino para una nueva generación, como ya lo fue durante su vida (1897-1975) a lo largo de las incontables homilías y conferencias pronunciadas en gran cantidad de países.Interioridad, libertad, pobreza, entrega de nosotros mismos... valores anclados en el descubrimiento de un Dios “con corazón de hombre” al que no ha cesado de dar a conocer como “una Persona, una Intimidad, Alguien que es Corazón... Y un Corazón no puede revelarse más que a otro corazón, una Persona no puede manifestar su secreto más que a otra persona...”. Decía también: “La persona no llega a ser ella misma más que a través del don”.No es posible resumir una enseñanza tan profunda en unas cuantas líneas, ni siquiera en un pequeño libro. Con todo, esperamos hacer nacer en el lector el deseo de ir más lejos. Con ello se daría por satisfecha nuestra ambición.