Primera Edición, Noviembre 2004. Con estudio preliminar del profesor Miguel Luis López-Guadalupe Muñoz, del departamento de Historia Moderna y de América, la Editorial Universidad de Granada publica el libro "Triunfales celebraciones", de Luis de Paracuellos Cabeza de Vaca. La obra fue escrita para preservar la historia devocional de un año considerado particularmente providencial para la provincia de Granada: el de 1640. El libro "Triunfales celebraciones" es particularmente importante dado que es una obra impresa de la que existen pocos ejemplares (Biblioteca Nacional de Madrid y Universidad de Granada).
EUNSA. EDICIONES UNIVERSIDAD DE NAVARRA, S.A. 9788431331818
El presente volumen recoge las aportaciones que fueron presentadas durante las IX Jornadas De Iustitia et Iure, realizadas en el campus de la Pontificia Universidad Católica Argentina (los días11, 12 y 13 de agosto de 2014). El propósito fue examinar las múltiples figuras de la causalidad en la Edad Media y en el Renacimiento, con una mirada netamente filosófica, pero asimismo desde una perspectiva interdisciplinar.
El presente manuscrito, rescatado de la Biblioteca Nacional, nace sin duda por inspiración de la estrategia reafirmante de la Iglesia de Granada que encarna el arzobispo Pedro de Castro. Entre los diversos recursos que barajó en esa estrategia destacan dos pilares: la tradición sacromontana que remontaba los orígenes del cristianismo en Granada a la época apostólica y la preservación de la memoria de una intensa tradición martirial, cuyo principal exponente eran los mártires de la Alpujarra. Desde aquellos acontecimientos de 1568-1569 se trató de mantener la memoria de los mártires. Así fueron llamados desde el primer momento los de la Alpujarra, es decir asesinados a causa de su fe; como tales fueron reconocidos en Granada en todas las épocas. Las averiguaciones más conocidas son fruto de la gira realizada por el visitador del arzobispado, Pedro de Villarreal, que acabó su indagación hacia 1601. Estas informaciones pararon en poder de Justino Antolínez de Burgos, el autor de la Historia Eclesiástica de Granada, por entonces capellán real, aunque llegaría a obispo de Tortosa, pero también hubo otras más antiguas. En la temprana fecha del 14 de febrero de 1569 ya constan las primeras declaraciones al respecto.