Supongo que, ya sí, mi patria son los brazos de la mujer que me abriga cada noche. El resto, aventuras de una vida que empezó en 1969. Viajo cuanto puedo, observo cuanto miro, poseo cuanto merezco y escribo cuanto quiero. De paso, hago verso cuanto amo, cuanto lloro y cuanto sueño. Empecé muy joven a jugar con las palabras, a hilar relatos, a ganar concursos y a tejer párrafos. Voy por mi media docena de libros y mi media docena de certámenes. Si aquello era mi patria, esto es mi epidermis.
Los recuerdos nos sustentan, nos alientan, nos dan identidad y, en ocasiones, nos asfixian. Durante las vacaciones de Semana Santa, Virginia y su hija adolescente viajan en autocaravana desde Hondarribia hasta Saint Henri, un pueblo costero de Las Landas. Alli se topan con un coro de fascinantes personajes marcados todos ellos por los recuerdos: dos ancianos que comparten un secreto, un medico enredado en una relacion extramatrimonial, los miembros de una cedula de extrema derecha, una antigua militante independentista, una joven florista enamorada y un audaz surfista indignado, entre otros. Madre e hija llevaran al lector a transitar el intenso mundo de las relaciones personales, con sus miedos e ilusiones. Una vez mas, Mikel Alvira utiliza la historia reciente de nuestro pais como pretexto para suscitar emocion, creando una novela intensa y rapida con sorpresa final.
Amor consciente, amor prohibido, amores cobardes y falsos amores. El verano irrumpe en el faro de Santa Elena y lleva a sus gentes a abrir de par en par el muestrario de emociones. En mil novecientos diez, Fernando Uribe, un hombre visionario y energico, tendra la posibilidad de cumplir la ilusion de su vida, montar en avion, ocultando a sus allegados el terrible secreto que acarrea. Setentaaños despues, su nieto Nando, que ha convertido la casa familiar en un modesto hotel, recibira la visita de unos clientes ingleses, los Islington, al tiempo que se reinventa la vida lejos de Martina, su novia. En el pueblo, todos intentaran vivir con honestidad aunque todos tengan algo que esconder; al fin y al cabo, la vida es un juego de mascaras. Con un tono agil y directo, Mikel Alvira desarrolla dos historias que se nutren mutuamente, ofreciendo una novela repleta de sorpresas, accion y ternura.
Los recuerdos nos sustentan, nos alientan, nos dan identidad y, en ocasiones, nos asfixian. Durante las vacaciones de Semana Santa, Virginia y su hija adolescente viajan en autocaravana desde Hondarribia hasta Saint Henri, un pueblo costero de Las Landas. Alli se topan con un coro de fascinantes personajes marcados todos ellos por los recuerdos: dos ancianos que comparten un secreto, un medico enredado en una relacion extramatrimonial, los miembros de una cedula de extrema derecha, una antigua militante independentista, una joven florista enamorada y un audaz surfista indignado, entre otros. Madre e hija llevaran al lector a transitar el intenso mundo de las relaciones personales, con sus miedos e ilusiones. Una vez mas, Mikel Alvira utiliza la historia reciente de nuestro pais como pretexto para suscitar emocion, creando una novela intensa y rapida con sorpresa final.
Sorogibel es una casa solariega en la Navarra de la primera mitad del siglo XX, en Pirineos, muy cerca de la frontera. Allí viven Mieltxo y Cataline con sus hijos, y allí les sorprenderá el advenimiento de la República y la posterior guerra civil, enviando a unos al exilio, a otros a tierras vizcaínas y a otros a sobrevivir en Pamplona en los duros años del hambre y la represión.