Año 37 d.C. Cayo César Germánico, conocido como Calígula, se convierte en emperador de Roma. Inteligente y cultivado, aunque acomplejado por su físico, tiene dos grandes pasiones: el teatro y Drusila, la mas bella de sus hermanas. Caligula terminara ganandose el odio de todos por su brutalidad y sus extravagancias. Los siniestros juegos a que somete a sus subditos y a su propia familia son ejemplo de su refinada perversion. La obsesiva ambicion de poder lo lleva a creerse un dios, y en su autocomplacencia no se percata de la conspiracion que se fragua en torno a el.
La locura del emperador romano Calígula sigue siendo uno de los temas más fascinantes de la historia. Paul-Jean Franceshini y Pierre Lunel, buenos conocedores de la civilización romana, narran el destino de este ser fuera de lo común, conocido por su crueldad, lujuria y naturaleza desequilibrada, así como las intrigas familiares y políticas en las que participó.
Augusto, padre de Julia, no ha tenido un hijo varón que herede su posición al frente del Imperio. Livia, su esposa y madre de Tiberio y Druso, ve en la adopción de sus hijos la solución ideal para este problema. Pero la voz de la sangre es poderosa y Augusto prefiere adoptar a los hijos mayores de Julia para criarlos como si fueran suyos y educarlos como corresponde a los herederos del mayor imperio de la Tierra. Julia sufre por la ausencia de sus hijos y Livia no se resigna a que los suyos pierdan el favor del emperador. Intrigas y maquinaciones se suceden sin cesar en una novela de acción trepidante que los lectores disfrutarán hasta el final. Excelente recreación de Roma en la época de Augusto y de las intrigas femeninas en palacio, en un relato que se urde alrededor de tres personajes principales: Augusto, Livia y Julia. Además de transcurrir en un período histórico muy atractivo para los lectores, la trama criminal que se recrea es creíble y resulta consistente con lo que ocurría en la época.