FONDO DE CULTURA ECONOMICA DE ESPAÑA, S.L. 9788437501253
La sociedad es algo más que un número de individuos, pues entre ellos existen relaciones precisas más o menos estables que, en cierta manera, determinan la forma de su estructura. Muchos economistas, al abordar este problema, consideran el sistema económico en términos de relaciones entre hombres y cosas, y no en términos de relaciones entre hombres con hombres (relaciones sociales). Esto decidió a Sweezy a escribir el presente libro apoyándose en la economía marxista tal como fue establecida originalmente por el autor de 'El capital'. "No debe pensarse -dice- que esto implique ninguna intención de revelar lo que Marx 'quiso decir'. A este respecto, hacemos la suposición simplificante de que quiso decir 'lo que dijo'". El análisis parte de las bases del pensamiento marxista: la teoría del valor y la plusvalía, y considera las diferentes contribuciones de los teóricos sobre este punto. De aquí, Sweezy pasa al examen de la dinámica del sistema capitalista a través del proceso de acumulación, y continúa con las crisis y las depresiones. Esta parte cuenta, además, con un importante capítulo acerca de la controversia sobre el "Derrumbe" y la participación de Rosa Luxemburgo en estas discusiones. El final se refiere concretamente al imperialismo tomando en cuenta el desarrollo del capital monopólico y su culminación en la exportación de capitales.
Con ocasión del primer número de la hoy ya clásica publicación norteamericana de economía política Monthly Review, el autor de la relatividad despliega en 1949 su rigurosa lógica científica para aplicarla al pensamiento social y revelarse como un genuino pensador a la vez socialista y humanista. Al igual que el artículo de Albert Einstein, también los escritos de Raymond Williams y Paul Sweezy argumentan de forma poderosa sobre la cada vez más urgente necesidad de modificar la perspectiva desde la que se hoy se dirigen los asuntos económicos, políticos y sociales: sólo si el bienestar del conjunto de hombres y mujeres se convierte verdaderamente en objetivo central del desarrollo será posible hablar de un futuro de la humanidad. Sin duda, a la vista de las últimas evoluciones del paisaje global, los textos que aquí se recuperan cobran ahora renovada vigencia y vuelven a incitar al lector o lectora a una viva reflexión sobre cuál ha de ser el futuro de todos y qué papel ha de jugar el socialismo en su consecución.