Un hombre que trabaja como conserje nocturno en un edificio de Buenos Aires escribe sus vivencias para entenderse a sí mismo y a la vida que lleva, que incluye asesinatos periódicos como una manera de alimentarse.Novela que explora la naturaleza del monstruo mientras el monstruo mismo la explora, el conserje nocturno usa la escritura para conocerse, y la misma escritura lo modifica; asi como muchos de nosotros nos desconocemos, el conserje no sabe nada de si mismo que no sea lo que escribe.Ricardo Romero es una de las grandes promesas de la literatura argentina, y flamante incorporacion al catalogo de Alfaguara.La critica ha dicho...Romero, tras los pasos del Cortazar mas ominoso, nos obsequia una historia o una metafora tan redonda como singular.J. Ernesto Ayala-Dip, Babelia / El Pais, sobre La habitacion del presidenteHistoria de Roque Rey es una novela que desafia, interpela al lector del presente. Por su desmesura. Por el tiempo que impone. Y por la voluntad de narrarlo todo. La etica narrativa de Romero esta sostenida en su voluntad por contar. Y porque narrar es para el un gesto politico, una forma de vida.Hernan Ronsino, Ñ / Clarin
Una novela de aprendizaje a lo largo de cuarenta años de historia nacional: desde el primer peronismo hasta el retorno a la democracia después del último gobierno militar.
Un niño que deja su hogar
Una novela inquietante y misteriosa sobre el hogar que roza el límite entre lo real y lo fantástico, desde la mirada de un niño ensimismado cuya intimidad se agiganta mientras reduce el resto del mundo a los objetos de una sola habitacion. En este barrio, los sotanos estan prohibidos pero todas las casas tienen una habitacion del Presidente. En esta casa, la habitacion del Presidente esta adelante. La familia hasta ahora nunca ha recibido la visita del Presidente, pero la habitacion esta siempre lista, por si acaso. ¿Que hace el Presidente dentro de esa habitacion durante sus visitas?, ¿y como entra?. En cosas como estas piensa el niño que narra esta historia cuando esta en el altillo, mientras la rutina de la casa sigue su curso, una rutina que parece excluirlo.