Estambul es una ciudad sin igual: a caballo entre dos continentes, es el puente de unión entre oriente y occidente. Situada en la orilla del Mar de Mármara, el Cuerno de Oro (Haliç) y el estrecho del Bosforo (Bo?aziçi) la dividen en tres grandes zonas. La ciudad vieja tiene el sabor del oriente: miles de mezquitas, baños turcos (hamam?), iglesias sublimes y coloridos bazares. Atravesando el puente Karakoy aparece la cara europea de Estambul: los barrios de Galata y Taksim, en los que los monumentos medievales y otomanos conviven con bares sordidos, elegantes zonas comerciales y las mejores pastelerias de la ciudad. En la costa asiatica del Bosforo esta Uskudar, una zona muy bulliciosa hoy en dia, que cuenta con muchas mezquitas otomanas. Esta repleta de bazares alucinantes mezclados con sofisticados restaurantes occidentales, y a la vez que uno se ensimisma con restos antiguos (una fuente, una columna...), sorprenden detalles de modernidad (telefonos moviles, moda de diseño...). Al tiempo que se conserva la impresionante arquitectura bizantina y otomana, la ciudad crece a un ritmo acelerado.