En el bar traza los territorios de la ficción que rebota de una historia a otra, de la realidad a las novelas -las que se leen y las que se escriben-, en un recorrido en que la memoria es siempre la necesidad de vivir et presente correctamente, de exorcizar las culpas que acechan en el olvido. El padre, el hijo, el amigo, la mujer ausente, un viaje inutil a un pueblo que solo existe para saldar la deuda con el hijo, con la infancia del hijo, y la posibilidad de lo inverosimil, de la escritura en directo, como una retransmision de los sentimientos, la fatalidad de que cada accion, cada gesto, se convierta a su vez en historia contada por otro. Y tambien las preguntas: ¿a que edad se vuelve un hombre invisible?, ¿durante cuanto tiempo el recuerdo de una infidelidad es capaz de mantener viva la pasion de un muerto?, ¿de que manera se dibujan los rostros con el paso del tiempo?, ¿como calificar de plagio una historia que se proyecta de un siglo a otro, de una vida a otra? Dice Gustavo Martin Garzo en el prologo de esta novela que "la culpa es una experiencia limite que no se quiere traspasar y que tiene que ver con una realidad inaceptable. Una realidad que los personajes tratan de comprender inutilmente pues sus vidas estan hechas de restos, de fragmentos de otras vidas que no lograron hacer suyas (...) Y en este juego de identidades cambiadas, de recuerdos que se comparten como el argumento de los libros, en estos equilibrios de fragilidad, como uno de los personajes llama a las relaciones humanas, solo queda la conviccion de que la unica forma de defensa frente al mundo es no dejar de comprender, no permanecer ajeno".
En el bar traza los territorios de la ficción que rebota de una historia a otra, de la realidad a las novelas -las que se leen y las que se escriben-, en un recorrido en que la memoria es siempre la necesidad de vivir et presente correctamente, de exorcizar las culpas que acechan en el olvido. El padre, el hijo, el amigo, la mujer ausente, un viaje inutil a un pueblo que solo existe para saldar la deuda con el hijo, con la infancia del hijo, y la posibilidad de lo inverosimil, de la escritura en directo, como una retransmision de los sentimientos, la fatalidad de que cada accion, cada gesto, se convierta a su vez en historia contada por otro. Y tambien las preguntas: ¿a que edad se vuelve un hombre invisible?, ¿durante cuanto tiempo el recuerdo de una infidelidad es capaz de mantener viva la pasion de un muerto?, ¿de que manera se dibujan los rostros con el paso del tiempo?, ¿como calificar de plagio una historia que se proyecta de un siglo a otro, de una vida a otra? Dice Gustavo Martin Garzo en el prologo de esta novela que "la culpa es una experiencia limite que no se quiere traspasar y que tiene que ver con una realidad inaceptable. Una realidad que los personajes tratan de comprender inutilmente pues sus vidas estan hechas de restos, de fragmentos de otras vidas que no lograron hacer suyas (...) Y en este juego de identidades cambiadas, de recuerdos que se comparten como el argumento de los libros, en estos equilibrios de fragilidad, como uno de los personajes llama a las relaciones humanas, solo queda la conviccion de que la unica forma de defensa frente al mundo es no dejar de comprender, no permanecer ajeno".