"En principio la figura de Jesús no debería haber representado más, dentro del mundo espiritual judío, que la de uno, el último, de los profetas; pero no fue así. Lo cierto es que en torno a él, desde muy pronto, se fueron reuniendo una serie de individuos que reclamaban su excelencia. Jesus, a su entender, no era el ultimo de los profetas, sino el gran profeta. Dedicados a examinar detenidamente su pensamiento, estudiando los testimonios que de el quedaron, sus conclusiones empezaron a chocar con los dogmas judios. Todo ello desemboco, hacia el siglo II o principios del III, en una toma de posicion cristiana sobre los textos judios: los textos que conforman el Testamento Judio se han de respetar, pero ya no son, o ya no son solo, los garantes de la alianza de Yaveh con su pueblo: ese lugar lo ocupan los testimonios de la vida de Jesus, el Nuevo Testamento. En el siglo II se establece ya el canon propiamente cristiano, compuesto por el Testamento Hebreo y el Nuevo Testamento al que se le da mayor importancia. Durante el siglo III empiezan ya a surgir las Escuelas Teologicas cuyo objetivo sera, frente a la dispersion propia de siglos anteriores, la sistematizacion de los dogmas de la nueva religion; la primera Escuela de Teologia de la que tenemos constancia sera Alejandria. Y por ultimo: en el año 235 podemos datar la primera iglesia propiamente cristiana de la que tenemos testimonios arqueologicos; se trata de la de Dura Europos (Siria), situada en la cuenca del Eufrates a mitad de camino entre Alepo y Bagdag.En este libro, se exponen los primeros postulados cosmologicos, cosmogonicos, antropologicos y, sobre todo, escatologicos del cristianismo anterior al Primer Concilio de Nicea (325). El primer volumen se ocupa de los textos canonicos; los padres apostolicos; los apologistas griegos; Ireneo de Lyon y los primeros padres de la iglesia griega, a saber: Clemente de Alejandria, Origenes y Metodio. El segundo estudia los padres de la iglesia latina: Tertuliano, Hipolito de Roma, Cipriano, Arnobio y Lactancio; los principales textos gnosticos; los textos apocrifos; las Actas de Martires; los epigramas funerarios; los escasos fragmentos conservados del Primer Gran Concilio de Nicea y, por ultimo, como colofon; la Historia Eclesiastica (324-326) de Eusebio de Cesarea la cual, en la historiografia cristiana, hace las veces de exposicion y balance de los logros conseguidos hasta la fecha y que, precisamente por ello, marca el fin de toda una epoca."
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