Facundo Pastor reconstruye, con ritmo de thriller, lo que pasó con María Estela Martínez de Perón, Isabel, una viuda acorralada que vive en el exilio hace casi cincuenta años. Casi olvidada, o tal vez escondida, es momento de empezar a contar lo que vio, lo que sabe y lo que oculta. La madrugada del 24 de marzo de 1976, Maria Estela Martinez de Peron, Isabel, dejo de ser presidenta de la Argentina, casi dos años despues de la muerte de Juan Domingo Peron. El helicoptero que la saco de la Casa Rosada no fue a la Quinta de Olivos. ¿Quien la acompañaba? ¿Fue victima de una trampa de su propio entorno? ¿Por que Massera la tuvo estrictamente vigilada? ¿Como es la vida hoy de esta mujer, a la que envuelve un silencio que parece mas obligado que voluntario? Casi olvidada, o tal vez escondida, es momento de empezar a contar lo que vio, lo que sabe y lo que oculta. Facundo Pastor reconstruye, con ritmo de thriller, una historia en la que no faltan espias infiltrados en el entorno de una viuda acorralada, pilotos entrenados para una operacion secreta de inteligencia militar, traiciones y una negociacion extorsiva jamas revelada que hubiera cambiado la historia argentina.Dijeron sobre Emboscada:Me quede absolutamente atrapado por la construccion de Emboscada. Hay que quitarse el sombrero frente a la habilidad narrativa de Pastor.Daniel Divinsky, socio fundador de Ediciones de la FlorEscribir con la urgencia de quien busca, entre los escombros de las palabras, verdades que corren el riesgo de quedar sepultadas en el olvido. Y en el lugar donde podria brillar una placa conmemorativa, dejar un florido jardin colmado de nuevos interrogantes para las proximas generaciones. Esto es lo que hace Facundo Pastor en Emboscada.Sebastian Basualdo, Radar Libros Las pistas se van desparramando a lo largo de la lectura aunque, en este caso, todo es reconstruccion factica e investigacion periodistica narrada, por momentos, en clave de non fiction. Sobre el final, hay una relevacion nunca antes vista en ningun material publicado respecto al destino de estos cuentos perdidos.Pablo Diaz Marenghi, Revista Ñ
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