La forma más ecológica y sabrosa de nutrirse es a base de alimentos libres de productos químicos y que hayan crecido lo más cerca posible de donde vayan a ser consumidos. Así que no lo pienses más y monta un huerto en cualquier espacio aprovechable: te va a dar muchas más satisfacciones de las que imaginas y, aunque no lo creas, diez minutos diarios serán suficientes para mantenerlo en perfectas condiciones. A lo largo del libro aprenderás a diseñar el huerto en función del espacio y de tus necesidades, a preparar el compost, a aprovechar materiales para hacer recipientes, a polinizar las plantas con la ayuda de un pincel, a distinguir las malas hierbas o, incluso, a construir un gallinero. Pero para empezar, lo mejor es que consultes los mapas de las primeras páginas e identifiques tu zona para saber qué calendario de cultivo debes seguir. Elige un lugar y pon en marcha tu propio huerto, porque pensándolo bien, ¿para qué plantar césped o geranios donde puedes sembrar plantas comestibles?