El personaje, Abd-el-Rahman II, objetó de este ensayo, que fue un hombre que deberá servir como modelo de estadista, a quien Dios ya tenía reservado su sitio en la Historia y como ser humano ejemplar en su comportamiento hacia los demás, fiel cumplidor de los preceptos del “Sagrado Libro Alcorán” principio rector de su conducta al que estuvo sometido todos los días de su existencia.
Es una obligación moral recordarle, en este sencillo estudio, titulado “Abd-el-Rahman II, Emir de Córdoba y su tiempo” relatar su vida, su juventud como príncipe, sus responsabilidades de Estado, y sus sabias decisiones siempre coherentes con el pesar de un hombre, temeroso de Dios, adornando de virtudes de clemencia, misericordia, piedad y protector de los afligidos y de los desvalidos etc., que paso por la vida y cuyo ejemplo permanecerá eternamente en el tiempo.
El ensayo lo divido en dos partes, una dedicada a la civilización árabe en general y a Al-Andalus en particular y la otra íntegramente ocupada por el personaje, sus hechos relevantes, sus glorias, su época y los personajes con los que se relacionó a lo largo de su existencia
La parte destinada al personaje, Abd-el-Rahman II, se describen los acontecimientos históricos de la primera mitad del siglo IX en Al-Andalus, así como una sinopsis de la Córdoba de aquel entonces, sus lugares emblemáticos, sus usos, costumbres, comidas, clases sociales, la coexistencia pacífica de las tres culturas, musulmana judía y cristiana y los derechos de sus gentes, su afición a la cultura etc., concluyendo con la mención de personajes relevantes de la época por el desarrollo de sus artes, y su contribución al enriquecimiento de nuestra actual civilización, fruto de la colaboración de todos los seres humanos.
Si con la redacción de esta sencilla exposición, he conseguido iluminar a mis lectores, a situarse en la época descrita y a familiarizar al personaje, Abd-el-Rahman II con ellos, con la descripción de sus valores humanos, demostrados en sus decisiones, en la vicisitudes históricas en que se encontró, habré cumplido el objetivo que me encomendé, al decidirme a realizar este ensayo.
Fdo: Julio Reyes Rubio “Al-Mayriti”