Murió Adonais y por su muerte lloro. Llorad por Adonais, aunque las lágrimas no deshagan la escarcha que les cubre. Y tú, su hora fatal, la que, entre todas, fuiste elegida para nuestro daño, despierta a tus oscuras compañeras, muéstrales tu tristeza y di: conmigo murió Adonais, y en tanto que el futuro a olvidar al pasado no se atreva, perdurarán su fama y su destino como una luz y un eco eternamente.