Considerada por muchos de sus contemporáneos un aspecto secundario de su obra, con el paso de los años la poesía de Miguel de Unamuno (1864-1936) fue adquiriendo tras su muerte una valoración cada vez mayor, de forma que para muchos ha llegado a igualar y aun a sobrepasar en estatura a su obra filosófica y narrativa. Muestra significativa de la fecunda, aunque tardía, poesía unamuniana, la presente antología poética reúne más de ciento treinta composiciones que abarcan toda su trayectoria en el campo de la lírica.Selección y prólogo de José María ValverdeConsiderada por muchos de sus contemporáneos un aspecto secundario de su obra, con el paso de los años la poesía de Miguel de Unamuno (1864-1936) fue adquiriendo tras su muerte una valoración cada vez mayor, de forma que para muchos ha llegado a igualar y aun a sobrepasar en estatura a su obra filosófica y narrativa. Muestra significativa de la fecunda, aunque tardía, poesía unamuniana, la presente antología poética reúne más de ciento treinta composiciones que abarcan toda su trayectoria en el campo de la lírica.Selección y prólogo de José María Valverde
Ficha técnica
Editorial: Alianza Editorial
ISBN: 9788491040712
Idioma: Castellano
Número de páginas: 144
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Fecha de lanzamiento: 17/09/2015
Año de edición: 2015
Plaza de edición: Es
Colección:
El libro de bolsillo - Bibliotecas de autor - Biblioteca Unamuno
El libro de bolsillo - Bibliotecas de autor - Biblioteca Unamuno
Alto: 18.5 cm
Ancho: 12.0 cm
Grueso: 0.8 cm
Peso: 118.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Miguel de Unamuno
Miguel de Unamuno nació en Bilbao, el 29 de septiembre de 1864. Escritor y filósofo, es considerado el principal exponente de la generación del 98. En la Universidad de Madrid estudia Filosofía y Letras, para dedicarse después a la docencia. La muerte de uno de sus hijos siembra el germen de la crisis espiritual que trasladaría después a sus escritos. Es nombrado rector de la Universidad de Salamanca en 1900. Su oposición pública a la dictadura de Primo de Rivera lo llevó al destierro en 1924, y a su vuelta sería diputado de la Segunda República. En 1936 fallecería en Salamanca, siendo la causa de su muerte objeto de gran cuestionamiento.