El autor, en primer lugar, presenta el valor que la noción de competencia motriz puede tener para los profesionales de la E.F., relacionándola con otros modelos evolutivos. En segundo lugar, cuestiona qué conocimientos se aprenden al practicar actividades físicas en educación física escolar. En tercer lugar, relaciona estas nociones de competencia motriz y conocimiento sobre las acciones de una de las más famosas teorías del aprendizaje motor, como es la teoría del esquema motor y su famosa predicción de la variabilidad al practicar. Para terminar, relaciona todas estas nociones con asuntos candentes en el ámbito de la educación física escolar, tales como la producción motriz divergente, las dificultades para moverse de forma coordinada o la incompetencia aprendida.