Joseph Conrad fue marino antes que escritor. El mar recorrió su obra y le
imprimió carácter. Cuando el 15 de abril de 1912 el Titanic se hundió en poco más de
dos horas, el hombre de mar y gran moralista que fue Conrad no pudo permanecer ajeno al drama y reflejó su visión del asunto en los dos textos que aquí se recogen y que cuestionan la labor de las comisiones de investigación cuyos trabajos fundamentaron una sentencias final sospechosamente favorable a los armadores.
Ambos textos son inestimables por su calidad literaria, por su lucidez en medio
de la confusión y por su dimensión moral. Entre consideraciones técnicas sumamente
atinadas, Conrad cuestiona la soberbia del armador, de la prensa, de los investigadores comisionados y de la sociedad toda que generó tan infladas y poco fundadas expectativas alrededor del Titanic, con tan dramáticos resultados. El Titanic fue, por voluntad de sus propietarios, todo un símbolo, y el símbolo se volvió contra quienes lo concibieron. Conrad suscita la verdadera dimensión humana y moral del drama que, más de 100 años después, sigue dando tanto que hablar.
Ficha técnica
Traductor: Carlos García Simón
Prologuista: Fernando Baeta
Editorial: Gadir Editorial, S.L.
ISBN: 9788412927788
Idioma: Castellano
Número de páginas: 114
Tiempo de lectura:
2h 38m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 20/11/2024
Año de edición: 2024
Plaza de edición: Es
Colección:
Gadir Selección
Gadir Selección
Alto: 19.0 cm
Ancho: 12.5 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Joseph Conrad
Berdichev, (1857-1924). Joseph Conrad, novelista británico de origen polaco, ha sido considerado como uno de los grandes escritores modernos en lengua inglesa. El conjunto de su obra se caracterizó por significar una profunda exploración de la vulnerabilidad y la inestabilidad moral del ser humano. Su vida en el mar y en puertos extranjeros constituyeron el telón de fondo de casi todos sus relatos, pero su obsesión fundamental fue la condición humana y la lucha del individuo entre el bien y el mal, que reflejó en sus escritos con un estilo rico y vigoroso y una técnica narrativa que se sirvió con habilidad de las interrupciones en los discursos cronológicos.