La figura del doctor Fausto, personaje legendario que vende su alma al demonio a cambio del disfrute de la vida mediante el logro de todos los impulsos de la voluntad, fue recreada desde el Renacimiento por diversos literatos, pero fue J. W. GOETHE (1749-1832) quien enriqueció la leyenda y le confirió un profundo valor filosófico y humano. En su FAUSTO, publicado en dos partes (1808 y 1832), la búsqueda de lo absoluto y de la plenitud vital convierte al personaje en un prototipo del espíritu siempre insatisfecho del hombre romántico y en un símbolo del destino de la humanidad. Sin embargo, como apunta Francisco Ayala en el prólogo que acompaña a esta versión, revisada por él mismo, esta obra cumbre de la literatura «no nos da un arquetipo humano, como don Juan o el rey Lear o Tartufo […] En verdad, todo lo que acontece a Fausto a lo largo del poema no constituye su tragedia: su tragedia no es algo en que se realiza su vida, sino que es precisamente la vida misma». Desesperado y desengañado por el intelecto, el protagonista proclama la acción como principio del mundo, más todas las formas de la acción contienen un destino de error (y dolor) inevitable: el que lleva aparejado toda elección.
Ficha técnica
Traductor: José Roviralta Borrell
Editorial: Alianza Editorial
ISBN: 9788420660103
Idioma: Castellano
Número de páginas: 504
Tiempo de lectura:
12h 3m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 09/02/2006
Año de edición: 2006
Plaza de edición: Madrid
Colección:
El Libro de Bolsillo
El Libro de Bolsillo
Peso: 359.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Johann Wolfgang von Goethe
(Frankfurt, 1749-1832). Goethe nació en el seno de una familia burguesa donde su padre se ocupó personalmente de su educación. Un viaje de estudios a Estrasburgo en el que conoció a Herder y donde frecuentó círculos cercanos al romanticismo, cambió su orientación poética. Años más tarde, Goethe comenzó una brillante carrera política que alternó con su producción literaria. Representante máximo de la corriente romanticista, los últimos años de su vida los dedicó por entero a la escritura de una autobiografía, en la que el clasicismo se convirtió en el estilo dominante.