Las “Grandes Letra de Arriba” son el Verbo de Dios, incognoscible. Pero las “pequeñas letras de abajo” son su imagen; ellas son íconos del Verbo de Dios que esculpe y cincela el cuerpo de la Creación. Cada letra vive la energía de su modelo. La imprime en la palabra que ella constituye con sus hermanas, ellas mismas imprimiendo a su vez la energía de su modelo. De esta manera, una palabra está hecha de una palpitación secreta y creciente hasta alcanzar su corazón y no es ajena a aquellas que entretejen otras combinaciones de estas mismas letras. En el secreto de su nombre, Adán, imagen de Dios, es Verbo. ¿Conoce las letras de las que está hecho? ¿Sus vibraciones transformadoras? ¿Sabe que en él se inscribe a cada instante el Todo posible y que, al ritmo de ellas, él puede alcanzar las Grandes Letras de Arriba, realizarse y llegar a ser su nombre? Sin saberlo, el Hombre está en la búsqueda de aquello, y aquello es Camino de Vida.