Publicada tras la Segunda Guerra Mundial y considerada una de las mejores novelas negras de todos los tiempos, esta obra nos invita a reflexionar sobre la importancia de la imparcialidad y la investigación metódica en la búsqueda de la verdad. Muestra, además, la poca ecuanimidad de la justicia, sobre todo en comunidades rurales donde las apariencias y los prejuicios se imponen con demasiada frecuencia.
Marion Sharpe y su madre, dos mujeres que viven en una pequeña población inglesa, tratan de defenderse de la acusación que plantea contra ellas una huérfana de guerra, Betty Kane, que afirma haber sido víctima de un presunto caso de secuestro y maltrato.
Ficha técnica
Traductor: Núria Salinas Villar
Ilustrador: Sthephanie Von Reiswitz
Editorial: Editorial Alma
ISBN: 9791387752033
Idioma: Castellano
Número de páginas: 320
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 03/09/2025
Año de edición: 2025
Plaza de edición: Es
Colección:
Clásicos ilustrados
Clásicos ilustrados
Alto: 21.5 cm
Ancho: 15.5 cm
Peso: 627.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Josephine Tey
(Inverness, 1896-Londres, 1952), es el seudónimo principal de Elizabeth Mackintosh, célebre escritora y dramaturga escocesa. Pese a pertenecer cronológicamente a la llamada Edad de Oro de las novelas británicas de intriga, las narraciones y los personajes de Tey se alejan de los estereotipos que comparten los títulos clásicos de suspense. En 1929, su novela The man in the Queue cosechó un éxito notable e introdujo a su personaje más famoso, el inspector Alan Grant, de Scotland Yard, que protagonizaría otras cinco novelas, entre las cuales cabe destacar La hija del tiempo (1951; RBA, 2012) y Un chelín para velas (1936; Hoja de Lata, 2019). Al margen de la serie de Alan Grant, otras de sus obras más celebradas son La señorita Pym dispone (1946; Hoja de Lata, 2015), El caso de Betty Kane (1948; Hoja de Lata, 2017) y Patrick ha vuelto. Todas ellas ponen de manifiesto la gran capacidad de análisis psicológico de la autora y su propensión por las tramas abiertas de final sorprendente. A su muerte, Josephine Tey legó toda su obra a la National Trust for Scotland.