En 1122 nació la que con el tiempo había de convertirse en una de las mujeres más interesantes de la historia europea: Leonor de Aquitania. Rica e influyente por su cuna, y de carácter fuerte e independiente, Leonor se convirtió pronto en protagonista de la vida política y cultural del momento, posición que se consolidaría con dos estratégicos matrimonios. Primero estuvo casada con Luis VII, rey de Francia. Posteriormente, con el rey Inglés Enrique II Plantagenet. El vasto territorio de los Platagenet se convirtió en la tierra donde se teorizó sobre el amor cortés y donde se propagó el mito del rey Arturo.