Tú que nos concediste que algún día
en algún lugar que tú escogieras podríamos
entrar con los ojos abiertos
en este espacio ya dentado por la sombra
Tú que diriges el índice de las estrellas
Rey menesteroso
dime cómo respira el ahogado,
protégeme de mí,
descánse de mí.