Thomas Bernhard (1931-1989) fue poeta, novelista y dramaturgo, además de un polemista enérgico y elocuente. Su obra, que reúne elementos del absurdo, el existencialismo y la farsa mordaz, se cuenta entre las más admiradas de la literatura contemporánea, tanto por la inmensa originalidad de su estilo como por su inquebrantable crítica a las imposturas y la ambigüedad moral de sus contemporáneos. En "Maestros Antiguos" (1985), la última de sus novelas, Bernhard ofrece una aguda reflexión sobre la senectud, así como una suerte de enmienda a la totalidad del arte, sus supuestas reglas y sus presuntas virtudes. En impecable consonancia con el resto de su obra, y de la mano del laberinto verbal originado por su prosa obsesiva, escribe aquí un ejemplo brillante de artificio narrativo y una nueva diatriba contra el Estado y una sociedad frívola que se complace en satirizar.
Ficha técnica
Traductor: Miguel Sáenz Sagaseta Ilurdoz
Editorial: Ediciones Cátedra
ISBN: 9788437649382
Idioma: Castellano
Número de páginas: 248
Tiempo de lectura:
5h 40m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 23/10/2025
Año de edición: 2025
Plaza de edición: Es
Colección:
Letras Universales
Letras Universales
Alto: 21.0 cm
Ancho: 14.0 cm
Grueso: 2.0 cm
Peso: 355.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Thomas Bernhard
Thomas Bernhard es uno de los escritores austriacos más importantes de todos los tiempos. Nació en Heerlen (Países Bajos), el 9 de febrero de 1931. Toda su obra, cargada de ácida ironía, se caracteriza por su manifiesto pesimismo sobre el género humano, y su obsesión por la muerte y la autodestrucción. Se mostró muy crítico con la sociedad contemporánea, sobre todo en las obras autobiográficas que publicó a partir de 1975, a la que identifica con una época sin referencias en la que ya no se puede creer en nada. Tal crítica la centró sobre todo en su país, Austria, con el que mantuvo durante toda su vida una especial relación de amor-odio que se extendió hasta más allá de su muerte. Al fallecer, el 12 de febrero de 1989, en Gmunden (Austria) dejó expresa su última y sorprendente voluntad: prohibió durante la vigencia de sus derechos de autor (setenta años) toda representación, publicación o impresión de su obra en Austria. Sus restos reposan en Viena en una tumba sin nombre, también por deseo expreso. Entre los premios recibidos a lo largo de su carrera, cabe destacar el Nacional de Literatura austriaco, en 1967.