El título de este libro procede de un verso de Fernando Pessoa, de quien encontré el nombre adecuado para estos escritos, probablemente porque estoy muy endeudada con él. Su " Libro del desasosiego" inconcluso y, sin embargo, entero como pocos, consta de segmentos o trechos desencajados de sus respectivos conjuntos. Fue esta obra la que me dio el impulso para escribir sin ocuparme de los todos a los que mis asuntos presumiblemente pertenecen. Jugar a las partes sin remordimientos es lo que me propongo. Pues el todo total de la metafísica y de otras excelsas disciplinas sugiere demasiadas preguntas sin respuesta y, tal vez debido a ello, nos atemoriza y enmudece. Los todos relativos, en cambio, son más conversables y para qué decir sus partes sin los respectivos todos. Aquí la ausencia parece que podría incrementar el interés gustoso en vez de disminuirlo.