Las identidades sociales y políticas son fundamentales para entender tanto las subjetividades individuales como la acción colectiva en la historia contemporánea. Tratar de entender su conformación y transformación ha enriquecido y ha planteado grandes desafís a la historiografía de las últimas décadas a través de ámbitos de estudio como la clase, el género y la nación, y de herramientas conceptuales como experiencia, culturas políticas o socialización