Beban media botella de vino al mediodia terminen de beberla a la noche y preguntense si ambas mitades tenian el mismo sabor. Seguramente no. El vino participa de esos misterios insondables que se mantienen en el tiempo. Aunque resulte un parangon algo irreverente podemos afirmar que cada botella de vino es un misterio por develar el inicio de una experiencia personal e intransferible.