Adriano Ferrer López (Trujillo, Perú, 1986) forma parte de las inusuales voces de la literatura en lengua castellana. Obtuvo en la Universidad de Barcelona el título en Filología Hispánica con un trabajo sobre el barroco en la obra de Jorge Luis Borges. Luego, en la misma universidad, culminó el Máster en Lengua Española y Literaturas Hispánicas con la tesis sobre la narrativa de la violencia política en el Perú. Ha escrito poesía y narraciones, entre las que destacan, Cuánto lastiman las sombras, Carina o los naufragios de la gaviota (Segon premi de prosa, en el V Certamen Literari Antoni Vilanova de poesía y relat breu, 2010), Un árbol de hojas blancas, Los fragmentos del enigma, La rosa en el contenedor de basura (Segon premi de poesía, en el VII Certamen Literari Antoni Vilanova de poesía y relat breu, 2013), Tratado del vacío 2.0, De sus ojos llueven noches (Primer Premio en el VIII Concurso de Poesía y Prosa Narrativa Granada Joven, 2017), Los muertos beben café en el psiquiátrico (Ganador del XV Certamen de Poesía Gumersindo Galván de las Casas, Breña Baja, Canarias, 2019).
Recibe novedades de ADRIANO FERRER LOPEZ directamente en tu email
Tu rostro alcanza la perfección de una agua breve; tu memoria, un fajo de constelaciones únicas. La soga que juega con el cuello del otoño es invisible pero evidente. ¡oh, mi complicidad con los verdugos! Semillas de mi en un lenguaje de nudos sordos.
Un árbol de hojas blancas, es un breve conjunto de relatos en donde prevalece la resistencia del hombre frente a lo inevitable de la vejez, de los amores vacíos y de la muerte. Los personajes, que van desde sencillos seres del campo, pasando por obispos inconformistas hasta trovadores olvidados, se mueven en ámbitos violentos y miserables en donde, el mal hacedor de los destinos, los ha forjado como marionetas en confusión. Todo ello narrado desde diversas perspectivas y con un lenguaje poético que marca de un modo profundo la sensibilidad del espíritu. Las palabras y el tono con que se cuentan las historias hechizan. Hay, en todo ese mundo casi de fábula, casi onírico, la nueva belleza de la tragedia. Adriano Ferrer López, consigue armonizar duras visiones realistas —¿acaso también de denuncia?— con imágenes del subconsciente. Es un artista del lenguaje y de la reflexión melancólica sobre asuntos que van desde los referidos a la cotidianidad hasta los de la metáfora universal.
La rosa en el contenedor de basura está impregnado de la sensibilidad barroca, del misticismo, de los posibles Borges, del ingenio sutil de la poesía japonesa y de la imagen irracional de nuestro tie