Este texto se centra en el análisis de la interacción entre los fenómenos de la competitividad, la globalización, la formación y las competencias, nociones que fundamentan en la actualidad un conjunto de prácticas orientadas a ajustar el funcionamiento del sistema educativo y el sistema productivo. Paralelamente a la generalización de la idea de que una de las claves para una economía productiva y competitiva es la existencia de una fuerza de trabajo bien cualificada, se considera que la formación es un elemento central de las políticas activas de promoción del empleo, de lucha contra la exclusión, de integración y de cohesión social.
En este texto se aborda el fenómeno de las transformaciones del trabajo, del empleo y de las estrategias que las empresas multinacionales han puesto en marcha a partir de la década de los años ochenta y durante los años noventa. Se trata de diferenciar las tendencias organizativas de gestión del trabajo más significativas, observadas a partir de la crisis del modelo de estabilidad de acumulación de capital propio de los años setenta. La globalización fundamental en la organización económica a nivel planetario es analizada aquí desde la perspectiva de los cambios en la división internacional del trabajo y de los procesos de concentración de capital, que se han desarrollado con las nuevas formas de "cooperación" empresarial protagonizadas por las empresas multinacionales.