Algo importante cambió en la vida política española durante la Restauración. Hasta entonces, y desde hacía más de tres décadas, todos los partidos se consideraban a sí mismos como los únicos representantes legítimos de la nación y, en consecuencia, trataron no sólo de gobernar en solitario, sino también de anular al contrario. Tras la proclamación de Alfonso XII, en 1874, sin embargo, los políticos abandonaron aquella actitud exclusivista y aceptaron al adversario como oponente en la lucha por el poder. A través de la biografía de los principales responsables de aquel cambio –Cánovas, Sagasta, Castelar, Montero Ríos– y del análisis de las elecciones y los partidos, este libro ofrece un amplio panorama de la variedad y complejidad de la vida política de las primeras décadas de la Restauración, tanto en las alturas gubernativas o parlamentarias como a ras de suelo, en las luchas locales.
Hijo de Isabel II, Alfonso XII (1857-1885) se educó y vivió en el exilio, hasta que el pronunciamiento militar de Martínez Campos en 1874 puso fin a la crispada y compleja etapa abierta en 1868 con el destronamiento de su madre y le alzo al trono. Monarca de la Restauracion, el definitivo final de las Guerras Carlistas le valio el sobrenombre de El Pacificador.
Tres etapas consecutivas. La primera mitad del siglo; entre 1950 y 1975 y desde 1975 hasta la fecha; produce la secuencia de ideas sobre España que se actualizan en esta lección: un país; un país marcado por el fracaso y, en ese sentido, diferente; y un país normal, aunque no en crisis de identidad.
Algo importante cambió en la vida política española durante la Restauración. Hasta entonces, y desde hacía más de tres décadas, todos los partidos se consideraban a sí mismos como los únicos representantes legítimos de la nación y, en consecuencia, trataron no sólo de gobernar en solitario, sino también de anular al contrario. Tras la proclamación de Alfonso XII, en 1874, sin embargo, los políticos abandonaron aquella actitud exclusivista y aceptaron al adversario como oponente en la lucha por el poder. A través de la biografía de los principales responsables de aquel cambio -Cánovas, Sagasta, Castelar, Montero Ríos- y del análisis de las elecciones y los partidos, este libro ofrece un amplio panorama de la variedad y complejidad de la vida política de las primeras décadas de la Restauración, tanto en las alturas gubernativas o parlamentarias como a ras de suelo, en las luchas locales.