Sin la presencia en el escenario europeo de los vikingos hace mil años, como han puesto de manifiesto numeroso historiadores, la Europa que ahora conocemos no sería la misma; ni quizá tampoco España. La imagen tradicional que conservamos de los vikingos es la de una horda de guerreros sanguinarios, bandas de piratas feroces que aparecian a bordo de sus rapidos navios para atacar monasterios indefensos y ricas ciudades, que robaban cuanto hallaban de valor y dejaban a su paso una secuela de incendios, asesinatos y destruccion. Sin embargo, aun siendo cierta, tal imagen no constituye toda la verdad, y responde en gran medida a que durante mucho tiempo las investigaciones sobre los vikingos se han centrado en estos aspectos negativos de sus actividades, dejando de lado sus cualidades positivas. Los vikingos fueron tambien grandes marineros que abrieron a la navegacion nuevas rutas, reactivaron el comercio de la epoca, colonizaron nuevas tierras y descubrieron nuevos mundos. Alli donde llegaban -Francia, las Islas Britanicas, Irlanda-, los vikingos parecian invencibles, pero en la España medieval, tanto la cristiana como la musulmana, chocaron con la oposicion resoluta y tenaz de los pueblos peninsulares, que no cejaron en su empeño hasta lograr la derrota o expulsion de los piratas nordicos.