FRANCISCO LUNA Y LUCA DE TENA

Cada uno de los capítulos de este libro ayudan a formar una imagen de Jesús única e irrepetible: la que el Espíritu Santo desea formar en nosotros si procuramos vivir las virtudes cristianas en medio del mundo.Cada uno de los capítulos de este libro ayudan a formar una imagen de Jesús única e irrepetible: la que el Espíritu Santo desea formar en nosotros si procuramos vivir las virtudes cristianas en medio del mundo.En la tecnica del mosaico se emplean piezas de marmol que convenientemente ordenadas reproducen una imagen. Cada uno de los capitulos de este libro es como la tesela de un mosaico y todos juntos forman la imagen de Jesus, la que el Espiritu Santo desea formar en nosotros si procuramos vivir len un"mosaico de virtudes"

El autor pretende sólo una cosa: que el lector haga oración. Por eso, con un lenguaje muy sencillo y dialogante, el lector entenderá porqué el cristiano debe hacer oración y porque tiene que estar en presencia de Dios todos los dias.El autor pretende sólo una cosa: que el lector haga oración. Por eso, con un lenguaje muy sencillo y dialogante, el lector entenderá porqué el cristiano debe hacer oración y porque tiene que estar en presencia de Dios todos los dias.El señor desea que le amemos y es su voluntad que ese amor crezca. Ahora bien, ¿como querer a Dios?, ¿como es posible que aumente en nosotros el afecto por El? Los filosofos nos enseñan una verdad que demuestra la experiencia de cada dia: no se puede amar lo que no se conoce; por eso no se podria desear a Dios sin conocerlo. Y ¿como conocerle sin tratarle en la oracion? Asi pues, el amor de Dios esta intimamente ligado a la oracion del hombre, de tal modo que podria decirse"quien reza mucho, ama mucho y quien reza poco, ama poco".

Haciendo bien su trabajo de cada día es como estos dos burritos deben ganarse el Cielo.Haciendo bien su trabajo de cada día es como estos dos burritos deben ganarse el Cielo. Lo que no se esperaban

Dios, cuando nos confesamos, nos comprende y nos da un cariñoso cachete para que entendamos que nos quiere como somos.Dios, cuando nos confesamos, nos comprende y nos da un cariñoso cachete para que entendamos que nos quiere como somos."Hay mas alegria por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan penitencia", dice Jesus en el Evangelio. Cuando nos confesamos, Dios se alegra porque es nuestro Padre y nosotros sus hijos.