Esta colección constituye, en efecto, una eficaz ayuda para juristas y abogados, pues le permite comprender muchos conceptos relacionados con la valoración del daño corporal que sin la aportación de la ciencia medica podrian quedar incompletos o resultarian incomprendidos en todo o en parte. El autor dirige la obra a los abogados y juristas aportando los conceptos medicos necesarios para la preparacion de la prueba y para vertebrar la indemnizacion y sobre los procedimientos mas adecuados para ello, tanto en el ejercicio de las acciones de resarcimiento como en la oposicion a las mismas, desde una adecuada interpretacion medica del Sistema de Valoracion. Las observaciones sobre las que el autor llama ejemplos excepcionales de incapacidad y las reflexiones sobre el alcance de lo que debe entenderse por ocupacion o actividad habitual son verdaderamente ilustrativas. Estamos ante una obra eminentemente practica y con gran valor añadido que aportara un sinfin de soluciones a los profesionales del Derecho.
La aproximación de la Medicina al Derecho no resulta en la actual coyuntura nada fácil. Para lograrlo adecuadamente es menester, aparte de una buena formación teórica, una notable experiencia práctica y docente que permita encontrar los puentes o puntos de contacto adecuados para la comunicacion entre la Medicina y el Derecho y hacerlo mediante la actitud pragmatica necesaria para toda actividad humana util; ajustandose a la claridad necesaria para la comprension por los juristas; y respetando la correccion del lenguaje.
En una línea de practicidad evidente, el libro nació del intento de aportar un análisis médico-forense y algunas explicaciones sencillas a los elementos biomédicos que circunscriben el anexo de la Ley 30/95. Con este objetivo, también se acompañó de una presentación de lo publicado en el BOE que tuviera trascendencia en la aplicación cotidiana de los términos biomédicos. Se ha diseñado un programa informático, asimismo, que permitiera el cálculo de las indemnizaciones que la aplicación de la normativa pudiera generar. Se utilizaron en su creación el Anexo de la Ley 30/95, la actualización de las indemnizaciones de 1997 y la posibilidad de generar otros cálculos personalizados mediante la utilización directa del IPC del año en curso y de los que fueran haciéndose públicos. La nueva edición no ha surgido de dichas actualizaciones, que podían hacerse automáticamente, sino de la Disposición adicional decimoquinta, sobre la Modificación de la letra A) de la tabla V de la Disposición Adicional Octava de la Ley 30/95, referida a la indemnización básica (incluidos daños morales), y con ella todas las actualizaciones posteriores, con lo que variaban los cálculos de forma nuclear. Esta modificación determina un importe diario de indemnización y una nueva filosofía de valoración. Recientemente, una sentencia del Tribunal Constitucional ha declarado la Ley constitucional y vinculante, dejando libertad de aplicación a los jueces, quienes no poseen ningún otro instrumento legal en estos momentos. Respecto a las valoraciones, sólo se ha declarado inconstitucional la aplicación de los factores de corrección respecto a los días de incapacidad temporal, lo cual queda recogido en el CD-ROM con la introducción de un hipertexto.